Según una encuesta de Ágora Estrategias, el 61,5% de los fueguinos se opone a la salmonicultura

USHUAIA.- Los fueguinos han dejado clara su posición respecto de la salmonicultura que intenta ser una realidad en Tierra del Fuego. Según una encuesta provincial realizada por Ágora Estrategias, el 61,5% de los consultados considera que la actividad debe seguir prohibida. Este dato refleja una posición consolidada en la sociedad fueguina, que identifica a la salmonicultura como una amenaza al ecosistema y a la identidad ambiental de la provincia. Por el contrario, solo un 31,5% se mostró a favor de habilitarla, mientras que un 7% no tiene una opinión definida.

El estudio, que relevó 780 casos en las tres ciudades de la provincia consultados en agosto de 2025, también profundizó en el nivel de conocimiento y percepción de la ciudadanía. Un 74,2% de los encuestados afirmó conocer la Ley 1355, que prohíbe la salmonicultura, lo que indica que el tema tiene una fuerte visibilidad y se ha convertido en un "símbolo de protección ambiental". Un dato que es relevante en una sociedad que, en su mayoría, considera tener la suficiente información para opinar: el 32,6% se considera "muy informado", mientras que el 58,3% se siente "algo informado" sobre el debate.

Desconfianza en las instituciones gubernamentales

Otro hallazgo clave entre los encuestados por Ágora es la profunda desconfianza en las instituciones. El 58,7% de los fueguinos no cree que el Poder Ejecutivo pueda garantizar estudios de impacto ambiental serios. Apenas un 23,3% confía en el gobierno, mientras que un 18,1% se mantiene en la duda. Este escepticismo estructural hacia los actores del Estado se presenta como un obstáculo fundamental para cualquier proyecto productivo que se intente impulsar, ya que la ciudadanía exige controles externos, independientes y transparentes.

A pesar de la polarización, la encuesta detectó un espacio para el diálogo. Un 46,1% de los fueguinos expresó que la clave está en encontrar un equilibrio entre la producción y el cuidado ambiental, lo que deja abierta una ventana para debatir alternativas reguladas. Por el contrario, un 44,7% optó por priorizar la protección ambiental y solo un 9,2% eligió la generación de empleo como prioridad central. La conclusión del informe es clara: en este marco, la salmonicultura no es solo un debate productivo, sino un eje central de la identidad ambiental y política de la provincia, donde el futuro se dirimirá en la capacidad de generar confianza y credibilidad institucional.