

Ángel Benítez, transportista con más de 30 años de experiencia, expresó su preocupación: "Ahora se preocupan por el estado de la ruta, pero hace más de cuatro años que no la tocan. Solo se ocupan de la zona de los centros invernales", denunció.
Uno de los puntos más afectados es la zona fronteriza con Chile, donde una empresa realizó reparaciones hace cuatro años, pero las obras solo duraron cuatro meses. Desde entonces, la ruta ha estado en condiciones precarias, dificultando el tránsito de camiones y vehículos particulares.
Falta de mantenimiento y reclamos constantes
Durante el invierno, camiones saleros ayudan a mejorar la transitabilidad en condiciones climáticas adversas, pero el resto del año el mantenimiento es casi nulo. Conductores y habitantes de localidades cercanas exigen una pronta intervención de las autoridades para garantizar la seguridad vial y mejorar el estado de la ruta, fundamental para la actividad comercial y turística de la región.
Mientras tanto, los transportistas continúan enfrentando riesgos y dificultades en su labor diaria, esperando respuestas concretas por parte del Gobierno y una solución definitiva para el abandono de la Ruta 3.