

“Pudo haber sido una tragedia”, relató Leandro, uno de los pasajeros, quien describió momentos de pánico y gritos dentro de la cabina. Otra pasajera, Verónica, contó que algunos sufrieron ataques de nervios ante la sensación de posible accidente.
Desde la compañía explicaron que se trató de una maniobra de seguridad contemplada en los protocolos ante condiciones adversas, y que no hubo riesgo real para los pasajeros.
En contraste, otro pasajero describió una situación más tranquila, con buena reacción de la tripulación y los pasajeros. Una vez en Montevideo, los ocupantes del vuelo descendieron y permanecen a la espera de novedades.
También fue desviado otro vuelo de Paranair. Se espera que ambos regresen a Buenos Aires una vez que mejore el clima.