

En diálogo con FM La Isla, Bahamonde explicó que si bien los números nominales pueden mostrar crecimiento, “cuando se deflactan, muestran una caída”. En ese sentido, señaló que “los sectores financiero e industrial son los que más han impactado negativamente”, y destacó que “en el caso de las finanzas, la desaparición de instrumentos como las LELIC y LEBAC redujo fuertemente la base imponible, ya que los nuevos bonos del Tesoro no están alcanzados por el impuesto”.
Sobre el panorama futuro, fue tajante: “Va a ser un año muy difícil. No hay margen para subir alícuotas y la actividad económica no repunta. La única salida es que se cumplan las proyecciones de crecimiento del gobierno nacional y el FMI”.
También mencionó que la explotación del yacimiento Fénix, si bien es positiva para el país, no genera regalías para la provincia porque está bajo jurisdicción nacional, lo que contrasta con la caída de producción en Vega Pléyade, de donde sí se percibían ingresos.
Finalmente, Bahamonde expresó preocupación por el rumbo de la política industrial nacional y la falta de inversiones concretas en Tierra del Fuego: “Todo sigue en el aire. Si no se reactiva la industria local, no sólo se afecta el empleo, sino también dos pilares clave de los ingresos provinciales: ingresos brutos y tasa de industria”.