

El sindicalista reveló que en el último año cerraron al menos tres fábricas en la isla, y las que siguen activas trabajan apenas al 35% de su capacidad. “Las empresas tienen stock pero no hay demanda, los pedidos se frenaron y dejaron de producir”, explicó.
Cárcamo también alertó que esta situación se repite en otras provincias. “En Mar del Plata, empresas pesqueras están cerrando por la entrada de productos importados baratos. Hay una competencia desleal. Muchas fábricas hoy se reconvierten en importadoras”, sostuvo.
Desde la Fundación Proteger advierten que, si no se revierte la tendencia, podrían perderse hasta 60 mil puestos de trabajo textiles en todo el país. “No pedimos privilegios, sino condiciones justas. Hoy más de la mitad del costo de una prenda son impuestos”, cuestionó Cárcamo.
Finalmente, advirtió: “Si no hay medidas urgentes, seguirán las suspensiones y despidos. Estamos en una situación límite”.