"Las obras sociales tienen una deuda importante, que llega a los 5.000 millones de pesos. Esto hace muy difícil gestionar el hospital desde el lado financiero, tanto para la compra de insumos como para poder cumplir con los compromisos asumidos", advirtió Muller.

Según explicó la directora, aunque algunas prepagas y obras sociales como PAMI cumplen regularmente con sus obligaciones, otras mantienen una deuda considerable y sus pagos son irregulares. "Enviamos carta documento todos los meses, algunas obras sociales han respondido y firmado convenios de pago, pero otras solo pagan un tercio de la facturación o directamente no pagan", detalló.

Entre las principales deudoras, Muller mencionó a OSECAC y la obra social de la UOM, cada una con deudas superiores a los 500 millones de pesos. UPCN, por su parte, mantiene una deuda de 200 millones de pesos, mientras que la obra social Textil acumula una deuda histórica de 45 millones. Además, aclaró que esos montos no han sido actualizados por inflación, por lo que el valor real podría ser aún mayor.

Ante la falta de fondos, el hospital se ve obligado a restringir la atención programada, aunque se garantiza la atención de urgencias y emergencias. "No nos es grato tener que restringir prestaciones, pero nos estamos quedando sin insumos, y debemos priorizar los recursos para los pacientes que están en riesgo de vida", sostuvo Muller.

La medida, que se adopta en consonancia con el Hospital Regional Ushuaia, será notificada a la población mediante cartelería informativa. "Queremos que los afiliados sepan que esta situación no es por voluntad del hospital, sino por la falta de pago de las obras sociales", aclaró.

Finalmente, Muller remarcó que desde la dirección se busca recuperar el cobro de las prestaciones efectivamente realizadas, entendiendo las dificultades económicas del país, pero priorizando la necesidad de sostener el funcionamiento del hospital.