

Juan Carlos Cuenca, vocero de los choferes locales, explicó que la decisión de no plegarse a la medida responde al descontento con la conducción nacional del gremio, a la que acusa de no representar los intereses de los trabajadores del interior, especialmente de la Patagonia.
“La mayoría de los trabajadores acá no estamos afiliados a la UTA. Sin embargo, sufrimos descuentos obligatorios por convenio. Eso nos da derecho a opinar y a exigir respuestas”, señaló Cuenca. Según afirmó, el 100% de los choferes decidió prestar servicio, en desacuerdo con el paro que, según dijo, “está centrado en los intereses del AMBA”.
Cuenca indicó que la negociación salarial para el interior del país recién se retomará el 7 de mayo, según el acta firmada el 29 de abril, lo que dejó a los trabajadores fuera de la discusión inmediata. “Ese paro no nos representa. Nosotros decidimos esperar una negociación concreta”, afirmó.
Denuncian desigualdad y falta de representación
El vocero también denunció una profunda desigualdad salarial y la falta de consulta por parte del gremio nacional. “Desde 2006 que estuve afiliado y nunca se llamó a un plenario para conocer la situación real de los trabajadores. Acá en Tierra del Fuego los alquileres rondan entre 300 y 500 mil pesos, y estamos pagando prepagas porque la obra social no funciona”, detalló.
Según Cuenca, el salario inicial de un chofer ronda los $1.350.000, una cifra que calificó de insuficiente. “Es imposible sostener un hogar si no trabajan los dos. Muchos compañeros hacen changas para llegar a fin de mes”, advirtió, al tiempo que acusó a la conducción de la UTA de actuar como “gerentes de Roberto Fernández, y no como representantes de los trabajadores”.
Creciente descontento a nivel nacional
Cuenca advirtió que el malestar no es exclusivo de la Patagonia. “En todo el país están surgiendo grupos autoconvocados que piden la renuncia de Roberto Fernández o al menos que se siente a discutir con seriedad. No se puede seguir resignando salario sin considerar el costo de vida regional”, sostuvo.
Finalmente, aseguró que los trabajadores de Río Grande seguirán prestando servicio “hasta que haya una negociación clara”, y dejó en claro que no acatarán directivas “de una conducción que no los representa”.