RÍO GRANDE.– Con emoción y fe, el padre Luis Ascona, referente de la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús, compartió sus reflexiones tras la elección del nuevo Papa León XIV, el cardenal estadounidense Robert Francis Prevost. La noticia fue recibida con alegría por la comunidad católica, no solo por el perfil pastoral del nuevo pontífice, sino también por el contexto de Pascua en el que se produjo, tiempo de muerte y resurrección para los creyentes.

“Dios nos tiene de sorpresa en sorpresa”, expresó Ascona, resaltando el profundo simbolismo que representa esta elección en plena Pascua. “Nuestro querido Papa Francisco vivió su Pascua este lunes, y hoy Dios nos sorprendió con una resurrección. La Iglesia continúa, esta Iglesia eterna de Dios que lleva 2000 años”, afirmó.

El sacerdote fue enfático en destacar la línea de continuidad que marca el nuevo pontificado con respecto al legado de Francisco. “Ha salido un Papa moderado que ya marcó un rumbo: agradeció a Francisco, habló del Magisterio, de una Iglesia en salida, sinodal, misionera, cercana. Es un llamado a la unidad”, señaló.

Prevost, quien fue misionero en Perú y hasta ahora trabajaba en la Congregación para los Obispos en el Vaticano, es visto como un líder con sensibilidad social y vocación de servicio. “Él sabía qué obispos necesitaba la Iglesia: cercanos, que no vivan en palacios, en contacto con la gente. Habló de paz, justicia, ecología y misericordia. Seguimos caminando en ese rumbo”, sostuvo Ascona.

De cara al futuro, el sacerdote resaltó la importancia de este nuevo tiempo para renovar la fe: “El papado nos habla de una renovación y nos invita a toda la Iglesia a renovar la esperanza. Estamos en el año santo, peregrinos en la esperanza, y con más razón seguimos adelante”.

Finalmente, retomando las palabras de Francisco, Ascona reafirmó el espíritu de apertura que debe guiar a la Iglesia: “Una Iglesia para todos, todos, todos, sin excepción, con un corazón lleno de ternura y misericordia”.