

Un sismo de magnitud 5.6 se produjo en la mañana del sábado 7 de junio en aguas del Océano Austral, frente a las costas chilenas, a menos de 300 kilómetros de Tierra del Fuego. El evento fue detectado por el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) y el Centro Sismológico Nacional de Chile, que confirmaron que el epicentro se ubicó a 267 kilómetros al sur de Puerto Williams y a 289 kilómetros al sur de Ushuaia, a una profundidad de 10 kilómetros.
El temblor se produjo a las 07:06 horas (hora local), y pese a su magnitud, no fue percibido por la población fueguina ni generó daños en infraestructuras, servicios o personas. Así lo confirmaron organismos oficiales como el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred) de Chile.
Tras el sismo principal, se registraron al menos dos réplicas: una a las 07:43 horas, de magnitud 3.5, con el mismo epicentro marino; y otra anterior, a las 06:09 horas, a 233 kilómetros al sur de Puerto Williams, también de 3.5 grados. Ambas fueron leves y no provocaron alteraciones en la zona.
El reciente movimiento se suma a una serie de temblores registrados en la región austral en los últimos meses. En mayo, un sismo afectó la zona de Aysén, Chile, incluso con alerta de posible tsunami. También se reportaron movimientos menores en Santa Cruz, como el registrado en Río Turbio.
La región patagónica, tanto del lado argentino como chileno, forma parte de una zona con actividad sísmica moderada, donde se presentan periódicamente este tipo de fenómenos, en su mayoría con epicentro en el lecho marino o zonas cordilleranas, y con escaso impacto para las poblaciones cercanas.