

La provincia de Tierra del Fuego fue una de las más afectadas, sintiendo el impacto de un escenario marcado por la baja demanda, el clima y la falta de conectividad.
Aunque más de 2,1 millones de personas se movilizaron en todo el país durante los feriados de junio, el dato no alcanzó para revertir la tendencia a la baja. El gasto total ascendió a $412.372 millones, pero al considerar la inflación, la cifra representa una caída significativa respecto del mismo período del año pasado.
El clima jugó un papel determinante. Las condiciones meteorológicas adversas afectaron a buena parte del país y Tierra del Fuego no fue la excepción: nevadas intensas, cortes de energía y rutas complicadas desalentaron el turismo interno, especialmente en localidades como Tolhuin, que aspiraban a captar visitantes de Río Grande y Ushuaia.
Sumado a eso, los altos costos del transporte y la ausencia de paquetes promocionales en temporada baja limitaron el arribo de turistas desde otras provincias.
En un mes que podría haber significado una bocanada de oxígeno para el sector turístico local, lo que se vivió en la provincia fue actividad floja, baja ocupación y consumo retraído. Hoteles, alojamientos familiares, cabañas, restaurantes y prestadores de servicios turísticos reportaron caídas en sus ingresos y escasa reserva anticipada.
“Hubo movimiento, pero muy por debajo de lo que se esperaba. No fue un fin de semana perdido, pero estuvo lejos de ser positivo”, admitieron desde el sector privado.
En contraste, algunos lugares del país sí lograron atraer turismo. Mar del Plata, por ejemplo, mantuvo niveles de ocupación entre el 70% y el 80%, gracias a su conectividad, oferta variada y estrategias promocionales.
Tierra del Fuego sigue enfrentando el desafío de superar su fuerte dependencia de la temporada alta de verano y nieve, y de atraer turistas también durante los meses de baja afluencia. Desde distintos sectores se insiste en la necesidad de:
Mejorar la conectividad aérea y terrestre.
Promover nuevos circuitos turísticos.
Impulsar eventos culturales o deportivos que generen movimiento.
Trabajar en conjunto entre el Estado y el sector privado.
Además, a nivel nacional, ya se discute la posibilidad de sumar un nuevo feriado en agosto para intentar estimular el turismo interno y reactivar economías regionales golpeadas por la baja actividad.
El dato: Aunque viajaron más de 2,1 millones de personas en junio, el país gastó casi un 30% menos que en 2023, y las provincias del sur —con mayores dificultades climáticas y logísticas— fueron las más perjudicadas.
📍Tierra del Fuego, otra vez, quedó fuera del circuito masivo. Y eso duele.