

El estado de la Ruta Nacional Nº 3 vuelve a encender señales de alarma entre transportistas fueguinos. Darío Loreto, referente de la empresa Logant e integrante de la Cámara de Logística Fueguina, advirtió que la situación podría agravarse sin un plan de mantenimiento claro ni controles de peso sobre los camiones que circulan a diario.
“Los pocitos se están agrandando y eso va a generar algo que nos va a perjudicar a todos, desde las familias que viajan hasta los transportistas”, alertó Loreto en diálogo con Radio Fueguina, tras comparar el tramo afectado con sectores críticos de la Ruta 40. El dirigente explicó que el deterioro se agrava por la falta de mantenimiento estructural y el uso de sal para despejar la nieve, lo que acelera la rotura del asfalto.
Loreto remarcó que la responsabilidad sobre la Ruta Nacional sigue siendo del Estado Nacional: “Todavía Nación no ha definido para dónde irá con el tema del mantenimiento. No hay algo claro y no vemos un horizonte claro”, señaló. A través de la Federación de Transportistas, la Cámara elevó reiterados reclamos para exigir acciones concretas y más recursos de Vialidad Nacional.
Otro punto crítico es la falta de controles de carga. Según Loreto, actualmente no hay balanzas operativas para verificar que los camiones cumplan con la normativa de peso y configuración de ejes, lo que acelera el deterioro de la calzada y aumenta los riesgos de accidentes. “Hoy no tenemos un control real. Vemos camiones que andan con 40 mil kilos cuando la reglamentación no lo permite. Por eso exigimos que se reinstalen las balanzas y se sancione a quienes incumplen”, enfatizó.
El referente fueguino advirtió que la cadena de responsabilidades también involucra a las industrias que entregan cargas excesivas a unidades sin la configuración adecuada. “Hay colegas que no cumplen con la reglamentación y eso perjudica a todos. No podemos seguir rompiendo nuestras rutas por culpa de dos o tres vivos”, sostuvo.
Finalmente, Loreto hizo un llamado a tomar medidas urgentes para garantizar la seguridad vial, especialmente en la temporada invernal. “No es solo un costo para las empresas: cualquiera que esquive un pozo puede chocar de frente. Es una cuestión de seguridad para toda la comunidad”, concluyó.