Nidia Cisneros, beneficiara de la tarjeta Bienestar, comentó que puede comprar “solamente en La Anónima. Yo, en primer lugar, quería decir que esto no es una crítica. Valoro infinitamente la gestión del gobierno y el aporte del contribuyente, por supuesto, pero para mí como persona discapacitada y que no tengo otra entrada de dinero -porque no me sale aún la pensión, ni la jubilación- esa tarjeta me es muy necesaria y hoy en día no puedo comprar en otro lado”, aseguró.

Luego indicó que “para dar un solo ejemplo, yo compraba la parte láctea, los quesos, en una pollería que se llama Kao, compraba el queso a 5.500 y lo tuve que ir a comprar a La Anónima, al mismo queso, a 13.500 pesos. Y así como eso, la carne que comprábamos en El Príncipe, porque me convenía tenían lo que yo podía consumir, pero ahora tengo que comprar de la góndola lo que hay y al precio que está”.

“O sea, es un pedido lo que estoy haciendo, un pedido. Pienso que no soy la única persona que se siente afectada por este hecho”, señaló la mujer. Después comentó que “Una parte del mes pasado pudimos comprar, porque a veces uno no gasta todo, aun cuando no es mucho dinero. Pero, como yo soy una persona sola, por ahí voy y compro una vez lo que necesito y después otra vez. Bueno, cuando quise comprar otra vez ya me dijeron no, nos bloquearon la tarjeta”, expresó.

Cisneros también señaló que, la posibilidad de comprar en comercios de cercanía, permite “tener en cuenta y darle posibilidad a muchos negocios chicos, también es una mejor forma de repartir la posibilidad de ganarse unos pesos, por parte de la gestión del gobierno”. Después dijo que, con este condicionamiento “Tenés que terminar comprando algo que no necesitas, a lo mejor para decir: completo con esto, a lo mejor lo uso y te quedan pendientes cosas que realmente las necesitas y que las hubieras conseguido en otro lado”. “Humildemente, les quiero pedir que vuelvan al sistema de antes si es que es posible”, concluyó la mujer.